Los planes del Gobierno británico para construir una nueva generación de plantas nucleares han quedado en suspenso. En el último momento, el grupo francés de energía eléctrica Electricité de France (EDF) renunció ayer a la compra del grupo británico de energía nuclear British Energy, propietario de ocho de las diez centrales existentes en el Reino Unido. La operación, que hasta última hora del jueves parecía asegurada, se rompió después de que dos grandes accionistas del grupo estimaran demasiado bajo el precio ofrecido por los franceses.

Invesco y Prudencial, poseedores entre ambos del 22% del total de las acciones de British Energy, bloquearon la compra al entender que la reciente subida de los precios de los carburantes incrementa el interés por la electricidad de origen nuclear y que EDF debe pagar más. Los franceses habían propuesto 7,65 libras por acción y estaban dispuestos a pagar 12.200 millones de libras (15.000 millones de euros) por el grupo británico. Invesco y Prudencial quieren que el precio sea de 10 libras.