Representantes de los 32 bancos acreedores de Alstom se reunieron ayer con la dirección del grupo para estudiar el plan de salvamento diseñado por el Estado francés. El nuevo dispositivo respeta la principal exigencia de la Comisión Europea, que había vetado las ayudas directas del Estado francés en forma de participación para evitar la quiebra del grupo. La ayuda estatal se hará en forma de crédito a largo plazo, lo que sugiere una mayor implicación de los bancos.

GARANTIA ESTATAL

Los expertos confían en que las entidades financieras no tengan objeciones al nuevo plan --aparentemente consensuado por Bruselas y París--, puesto que no implica riesgos suplementarios, ya que se mantiene la garantía del Estado francés. Con todo, las entidades financieras deberán aumentar su inyección de fondos de los 2.300 millones de euros (382.688 millones de pesetas) firmados en agosto a unos 2.400 millones (399.326 ,millones de pesetas) debido a los graves problemas de tesorería de Alstom y al retraso en la aplicación del plan que, si se aprueba, no comenzaría a aplicarse hasta setiembre.

Francia y la Comisión europea se han movilizado este fin de semana para salvar a Alstom, conocido esencialmente como constructor de los trenes de alta velocidad y que cuenta con una plantilla de 118.000 personas en todo el mundo, especialmente en Europa. Francia propuso inicialmente la nacionalización del 31,5% del capital para evitar el desastre. Pero Bruselas vetó esta participación pública en la empresa privada y dio de plazo al Gobierno francés hasta el lunes para encontrar otra salida a la crisis.

INYECCION DEL ESTADO

El plan de salvamento, según el diario Le Figaro, supondría la inyección por parte del Estado de 800 millones de euros, en lugar de los 500 millones previstos inicialmente para reflotar al compañía.