El primer ministro francés, François Fillon, planteó ayer que, para cumplir el compromiso de reducir el déficit al 3% del producto interior bruto (PIB) según las reglas europeas, en ese horizonte habrá que disminuir el gasto público en 45.000 millones de euros. "Nos hemos comprometido a reducir de aquí al 2013 nuestro déficit del 8% del PIB al 3,5%, y todos nuestros esfuerzos se van a concentrar en esa prioridad", señaló Fillon en un discurso ante militantes de su partido, el conservador Unión por una Mayoría Popular (UMP).

Precisó que el recorte representa 100.000 millones de euros, la mitad de los cuales se lograrán al subir los ingresos, y la otra mitad por una limitación del gasto. De esta última parte, 45.000 millones vendrán por una menor dotación de los presupuestos de las administraciones públicas y 5.000, por la supresión de exenciones fiscales.

El jefe del Gobierno espera que el fin de la crisis facilite la recaudación: "A medida que vuelva el crecimiento, entrarán de nuevo 35.000 millones de euros que se habían perdido con carácter coyuntural". La última parte del plan de ajuste, 15.000 millones de euros, corresponderán al fin de las medidas para hacer frente a las turbulencias.

Francia tuvo el pasado año un déficit del 7,5% del PIB y el Gobierno espera que este año llegue a un pico del 8%, antes de un severo recorte hasta el 6% en el 2011, el 4,6% en el 2012 y en el 2013, el 3%. En cuanto a la deuda pública, del 78,1% del PIB el pasado ejercicio, la previsión es que toque techo en el 2012 con el 87,1%, antes de iniciar un descenso en el 2013 al 86,6%.