La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, anunció ayer que el Gobierno va a proteger a las familias que sean insolventes y corran el riesgo de que les embarguen la vivienda. El país tiene una comisión de sobreendeudamiento, que se encarga de tratar los casos de suspensión de pagos de particulares y que ahora va a evaluar las consecuencias de un embargo sobre la capacidad de la familia para devolver el crédito.

Lagarde argumentó que muchos hogares que se quedan sin casa tienen que pagar un alquiler que hace aún más difícil el abono de las deudas atrasadas, por lo que es más conveniente que sigan pagando las mensualidades de la hipoteca escalonadamente.