Los ministros de Economía y Finanzas del G-20 se reunieron ayer en Washington con el fin de buscar mecanismos para frenar una guerra de divisas que pone en riesgo la recuperación económica global. Evitar medidas proteccionistas en respuesta a las tensiones en los tipos de cambio figuraba en la agenda de los países ricos en el marco de la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial que comenzó ayer oficialmente.

Se trata de añadir más presión a China, a la que se pide desde la Unión Europea (UE) y EEUU más flexibilidad para el yuan. Las dificultades de lograr acuerdos son manifiestas, ya que no solo el cambio del yuan parece poco ajustado. Para evitar dudas, el gobernador del banco central de China, Zhou Xiaochuan, rechazó una devaluación rápida de su moneda.

Ayer, el dólar experimentó una repentina bajada con respecto al euro y el yen. El mes pasado se destruyeron 95.000 puestos de trabajo en EEUU. De hecho, se perdieron 159.000 en el sector público, pero el mazazo de la cifra se contuvo gracias al sector privado.