Las campañas proteccionistas a favor del comercio nacional como medida contra la crisis han encendido las alarmas entre las potencias económicas mundiales del G-7 que iniciaron ayer por la noche una reunión de sus respectivos ministros de Economía.

La iniciativa que más preocupa a este grupo es precisamente la de uno de sus miembros más destacados: EEUU. El plan del presidente Barack Obama para estimular la economía del país incluye una cláusula (buy american ) dedicada a fomentar la compra de productos estadounidenses. A otro nivel, el ministro español de Industria, Miguel Sebastián, también ha propuesto una iniciativa similar.

"DESASTRE" Frente a estas medidas, varios miembros del G-7 se mostraron radicalmente en contra. El ministro de Finanzas japonés, Shoichi Nakagawa, advirtió ayer contra el proteccionismo, y lo calificó de "desastre absoluto" para los países que han "pedido más liberalización a Japón" en el pasado. También han protestado contra la cláusula de EEUU los representantes de Francia, Reino Unido, Italia y Alemania, el primer país exportador del mundo. Precisamente, el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbruck, recordó ayer que el proteccionismo ya se utilizó en la crisis de 1930 y resultó un fracaso. Por ello, afirmó que Alemania intervendrá en todos los foros internacionales en contra de estas prácticas.