El Grupo de los Siete países más desarrollados (G-7) alertó ayer de que los elevados precios del petróleo suponen un obstáculo para el crecimiento mundial y reclamó reformas profundas en Europa y Japón, así como flexibilidad cambiaria a China. "Los altos precios del petróleo son un viento en contra" de la economía mundial, indicó el G-7 en un comunicado emitido tras una reunión de dos días en Washington.

Sobre los elevados precios del crudo, el secretario del Tesoro de EEUU, John Snow, destacó que "son muy mal recibidos" y apuntó que actúan como "un impuesto" sobre los consumidores. El alza del petróleo, dijo Snow, tiene un claro impacto sobre la confianza de los ciudadanos estadounidenses, que "van menos a los grandes centros comerciales" porque la gasolina ha subido. Snow cree, en línea con lo señalado estos días por el Fondo Monetario Internacional, que "vamos a ver precios altos del crudo por algún tiempo".

BUENA ACOGIDA Sus palabras reflejan una de las principales preocupaciones del G-7, que pidió "acciones vigorosas" para resolver los desequilibrios mundiales y promover el crecimiento. Los representantes de EEUU, Canadá, el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón acogieron "positivamente" los esfuerzos para mejorar los datos en el mercado del petróleo y aumentar la oferta a medio plazo, así como la eficiencia del consumo.

"Revisaremos los progresos alcanzados en nuestra próxima reunión", indicaron los ministros, que precisaron que dentro de las "acciones vigorosas" que recomiendan para promover el crecimiento se encuentra la consolidación fiscal en EEUU y la adopción de reformas estructurales en Europa y Japón.

Los ministros de los siete países más desarrollados aludieron también a los tipos de cambio, que "deberían reflejar la situación económica básica" de los países. "La volatilidad en exceso en los movimientos de los tipos de cambio no es deseable para el crecimiento", añadieron.

Sí es más deseable "una mayor flexibilidad de los tipos de cambio en los países o áreas que carecen de ella", indicaron los ministros, en alusión a China, país sobre el que EEUU ha intensificado en los últimos días sus llamamientos para que flexibilice la cotización del yuan.

Esa flexibilidad, indicaron los ministros, permitiría "promover ajustes suaves y amplios en el sistema financiero internacional, basados en mecanismos de mercado". En referencia a China, Snow señaló que "siguen diciendo que quieren un tipo de cambio más flexible. El próximo paso es que lo hagan".

BOLSA Snow trató de calmar los ánimos ante la fuerte caída registrada por los mercados durante los últimos días, que llevó a la Bolsa de Nueva York a cerrar el viernes en los niveles más bajos del año. "Los fundamentales siguen siendo sólidos, tanto los de EEUU como los de la economía global en su conjunto".

Como era de esperar, Snow abordó uno de los temas más candentes del momento: el déficit estadounidense, y reiteró el "compromiso" de EEUU de reducir su déficit. "Hemos recibido comentarios elogiosos del G-7 por la seriedad con la que estamos abordando nuestro déficit", afirmó Snow, a lo que añadió que "EEUU no es el único país con un déficit elevado".