Los ministros de Finanzas del grupo de los ocho países más industrializados (G-8) --Estados Unidos, Canadá, Japón, China, Italia, Francia, Alemania y Rusia-- reclamaron ayer a los productores de energía que desarrollen "directrices y políticas apropiadas, a fin de mitigar el impacto adverso de los altos y volátiles precios". La cumbre sirvió también para pedir a los países en vías de desarrollo que disminuyan las trabas a las compañías privadas que trabajan en el sector energético mediante "mecanismos legislativos y reguladores claros".

Los ministros pidieron un aumento de la transparencia y la credibilidad en el mercado energético a través del desarrollo global común para las reservas de petróleo. Y emitieron un comunicado separado sobre la necesidad de apoyar el acceso de los países más pobres al suministro energético.

Por su parte, el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, destacó la fortaleza de la economía de EEUU.