Ni una sala de actos, ni siquiera un salón. Un Mercedes y en su interior: María Teresa Rodríguez Sainz-Rozas, su hija Lourdes Gullón y el exdirector general, Juan Miguel Martínez Gabaldón. Ese es el peculiar aspecto que presentaba ayer en Aguilar de Campoo (Palencia) la junta de accionistas de Gullón, la empresa que posee la mayor fábrica de galletas de Europa. El encuentro fue convocado por un juez, a petición de la principal accionista y contra el criterio del actual consejo. Pero los representantes de más del 80% del capital de Gullón, reunidos con la notaria local Encarna Fernández como testigo, decidieron destituir al actual órgano de gobierno de la compañía. Los afectados tacharon de "ilegal" el encuentro y "más propio de un número de circo que de una empresa seria". A su vez, hicieron un llamamiento a la tranquilidad de los trabajadores y de toda la comarca de Aguilar de Campoo, en la que la empresa tiene un enorme peso, y aseguraron que el consejo de administración sigue en manos de los que son sus únicos administradores y de los directores de la compañía, que seguirán "velando por la legalidad y los buenos resultados de Galletas Gullón". También insistieron en la "legalidad" de la junta.

El de ayer fue un nuevo capítulo en la guerra de la matriarca, que posee el 55% del capital, con tres de sus cuatro hijos y sus dos hermanos por el control de la compañía. Estos son quienes la apartaron en el 2009 de la presidencia ejecutiva, que ocupaba desde que falleció su esposo, José Manuel Gullón, en 1983. También despidieron al anterior director general, pero un juez les obligó a pagarle 8,2 millones de indemnización o bien a readmitirle.

El consejo abogó por pagar, pero mantiene una querella criminal contra el directivo que, durante su mandato, percibía 1,8 millones de euros al año. Los miembros del consejo también acudieron al juez para que les transfiriera los títulos en manos de su madre. Alegan que su padre las cedió a su esposa hasta que ellos fueran mayores de edad. Entre enero y julio, Gullón facturó 98,8 millones, el 6,6% más que un año antes.