Los malos resultados empresariales conocidos ayer no fueron suficiente para que los mercados de renta variable perdieran el tono positivo con el que iniciaron la sesión. Con Wall Street enjugando parte de las pérdidas de las últimas semanas, las bolsas europeas repuntaron con fuerza de la mano del maltrecho sector financiero y de los grandes valores. Al cierre, el Ibex subió el 2,28% y se estableció en 8.331 puntos.

Animada por la compra en efectivo y acciones por parte de Pfizer de su rival Wyeth, Wall Street abrió al alza y apuntaló las ganancias de los mercados de renta variable europeos. También ayudaron los buenos resultados de MacDonald´s y los datos de viviendas de segunda mano en EEUU, que sorprendieron con una subida del 6,5% en diciembre, ante el descenso del 15% de los precios. Todo ello propició que los inversores dejaran de pensar en la mala noticia dada por el fabricante estadounidense de maquinaria industrial Caterpillar, que planea recortar unos 20.000 puestos de trabajo.

La lluvia de despidos --llueve sobre mojado-- en la sesión no fue un elemento adverso para las cotizaciones. Por lo que cabe atribuir las subidas más al cierre de posiciones cortas que a las expectativas de mejores resultados de las empresas. Más bien, al contrario, las cuentas de las empresas ofrecen poco aliciente para invertir.

En el mercado español, los valores bancarios fueron los que más interés despertaron entre los inversores. El Popular avanzó el 7,1%; el BBVA, el 5,4%; el Santander, el 5,7%; y Bankinter, el 4,5%. Las constructoras también apoyaron la subida, con ACS a la cabeza, con el 7,1%, seguida de Sacyr Vallehermoso, con el 6,4%. Por su parte, el resto de blue chips también sumaron ganancias: Telefónica, el 0,6%; Iberdrola, el 0,8%; y Repsol, que descubrió tres nuevos yacimientos de gas en Argelia, el 3,2%. En números rojos destacaron Iberia (-3,86%) y REE (-2,2%). En el mercado continuo, Jazztel tuvo el mayor repunte: 18,7%.