El consejo de administración de Gas Natural decidió ayer, por unanimidad, tirar la toalla y comunicar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y al Tribunal de Defensa de la Competencia que retira la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) presentada el 10 de marzo sobre Iberdrola. Tras el veto a la operación por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) la semana pasada, Gas Natural quiere evitar a ambas empresas entrar en un "calendario incierto, indeterminado, y en cualquier caso, de largo plazo", dijo ayer en Barcelona su presidente, Antoni Brufau.

La apuesta es ahora "acelerar el crecimiento orgánico" para "acortar los plazos para ser uno de los grandes protagonistas en el sector energético mundial", explicó. Sobre otras posibles uniones en el mercado nacional fue tajante: "Otra operación que no sea Iberdrola no está prevista".

EL PAPEL DE RATO

Pese a la retirada del proyecto, el consejo, también por unanimidad --al contrario que cuando se aprobó la OPA, apoyada por La Caixa, el primer accionista, y a la que se opuso Repsol, el segundo--, encargará a sus abogados estudiar "las acciones que correspondan". Una de ellas es el recurso de alzada ante el ministro de Economía, posibilidad que obligaría a su titular, Rodrigo Rato, a pronunciarse sobre la operación. Aunque se retire la OPA, las medidas constituirían "un mínimo de coherencia", al discrepar de la decisión de la CNE, dijo.

Brufau admitió que la decisión del ente regulador ha causado "consternación" en la empresa, que se atuvo "al principio jurídico de confianza legítima". Para ello, explicó, se basó en resoluciones anteriores, como la de Endesa-Iberdrola, aprobada con condiciones, pese a que presentaba más riesgos, explicó. La firma entiende que no se han tenido en cuenta sus propuestas, "ni siquiera para hacer ver su falta de idoneidad" y pese a que asumió, "en una iniciativa sin precedentes", varios compromisos.

CONTRA LOS JUICIOS DE VALOR

Sin entrar en valoraciones políticas, Brufau, que defendió la integridad de los vocales de la CNE, destacó que en ninguna de las 110 páginas de la resolución hay referencias a informes técnicos y tachó de "grave" que sus fundamentos se basen en "juicios de valor". También explicó que "nadie comunicó" a Gas Natural nuevos planes de inversiones facilitados a la CNE por Iberdrola para el periodo 2003-2006.

"En el plazo de 20 días el plan de inversiones de Iberdrola pasaba de 1.388 millones de euros" (230.944 millones de pesetas), "a 1.588 millones, que coincidía con la cifra que presentó Gas Natural y, por último, a 1.810 millones, el 28 de abril", dos días antes de que la CNE emitiera su resolución. Brufau aseguró que nadie les consultó si estaban dispuestos a asumir los 200 millones adicionales, que la compañía "no hubiera tenido ningún reparo en asumir".

Esforzado en dar imagen de tranquilidad, el presidente de Gas Natural, Antoni Brufau, resumió ayer su ánimo: "Nunca he tenido la conciencia tan tranquila como esta tarde" (por ayer). En su opinión, con la retirada del proyecto, ganan "quienes están contra la competencia".