Gas Natural sorprendió ayer a los mercados con una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) sobre el 100% de Iberdrola, la segunda eléctrica española. La firma gasista tiene el apoyo de La Caixa, que controla el 31,1% de su capital, mientras que tropieza con la oposición de Repsol, su segundo accionista --que en el 2000 dirigió la misma operación--. El BBVA, accionista de Repsol junto con La Caixa, también se opone, al igual que Iberdrola --de la que el banco es el principal socio--, y cuyo consejo tomará hoy una decisión, que se prevé de rechazo.

La operación, tachada de hostil por sus opositores, valora la eléctrica en 15.335 millones de euros (2,5 billones de pesetas), al situar el precio en 17,01 euros, un 23% por encima de la cotización media de los últimos tres meses. Los accionistas de Iberdrola recibirían 6,8 euros y 0,58 acciones de Gas Natural por título.

Gas Natural vale en bolsa casi la mitad que Iberdrola. Por ello deberá emitir 523 millones de acciones, hasta duplicar el número de títulos que hoy están en circulación, y pagar hasta 6.131 millones (1,02 billones de pesetas). La firma prevé vender activos por 5.000 millones. Además tiene mucha liquidez tras vender el 59,1% de Enagás, de la que aún tiene el 40,9%. Goldman Sachs y La Caixa asesoran la operación.

TRES SEDES

El presidente de Gas Natural, Antoni Brufau, que ayer se esforzó en tachar la operación de "fusión entre iguales", destacó que el nuevo grupo mantendrá la sede social en Barcelona, en Euskadi la de generación eléctrica, y en Madrid, la de relaciones institucionales. Destacó que el nuevo grupo puede tener "presidente o presidentes y consejero delegado o consejeros delegados" y rechazó recortar plantilla. La nueva firma sería la tercera energética europea y quinta del mundo.

Si prospera la oferta, condicionada a lograr el 75% o el 50% y una acción si los accionistas de Iberdrola suprimen las restricciones estatutarias a los derechos de voto, los accionistas de Gas Natural tendrán el 46% del nuevo grupo y los de Iberdrola, el 54%.

El consejo de Gas Natural fue largo. Cinco de los seis consejeros designados por Repsol --cuatro directos y el vocal independiente Santiago Cobo, hotelero y esposo de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez (PP)-- votaron contra la operación. José Luis López de Silanes, designado por Repsol, pero también consejero delegado de la firma gasista, se decantó por las tesis de los vocales de La Caixa y el apoyo del independiente nombrado por la caja, Carlos Losada, director de ESADE.

La Caixa valoró la operación porque permitirá contar "con una oferta más competitiva y de mayor calidad". Repsol subrayó la necesidad de una unión por consenso y que "los aspectos de competencia no han sido suficientemente estudiados ni valorados". Destacó la inoportunidad del "entorno político internacional".