España gastó en protección social el 19,7% del producto interior bruto (PIB) en el 2003. Esa es la misma proporción que la de la mayoría de los países miembros de la Unión Europea (UE) que se incorporaron en mayo del 2004, pero está por debajo de la media (28%), según datos difundidos ayer por la oficina estadística europea (Eurostat).

Los países que más invirtieron en protección social en el 2003 fueron Suecia (33%), Francia y Dinamarca (30,9%) y Alemania (30,2%). Los gastos resultantes del envejecimiento de la población ocupan la mayor parte de las prestaciones sociales. En España, supusieron el 43,8% de los beneficios sociales. Las enfermedades y la sanidad, el 30,7%.