La Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo que Gerardo Díaz Ferrán recibió en 1999 queda cuanto menos cuestionada después de echar un vistazo a los procesos a los que se enfrenta por su gestión al frente del Grupo Marsans. Sindicatos, la Inspección de Trabajo y hasta un juez han detectado graves irregularidades en un imperio del que ya solo quedan escombros y que dejó a miles de trabajadores en el paro.

Los problemas de Díaz Ferrán (Madrid, 1942), ingeniero técnico industrial, y su socio, Gonzalo Pascual, comenzaron con Aerolíneas Argentinas, compañía que Viajes Marsans compró en el 2001 y que el Gobierno argentino nacionalizó en el 2008 ante sus dificultades. Marsans presentó una demanda contra Aerolíneas Argentinas, no resuelta, en la que exigía 1.150 millones de compensación.

El siguiente episodio llegó con la quiebra de Air Comet, admitida el pasado abril. Casi por las mismas fechas, el Ministerio de Economía ordenó la disolución de otra empresa del grupo, Seguros Mercurio. La venta de estas dos compañías, junto con Viajes Marsans y otras firmas menores a Posibilitum Business presagió lo peor.

En agosto, un juez embargó 38 millones de euros a Díaz Ferrán y a Pascual al detectar "graves irregularidades" en Air Comet. Semanas después se supo que Trabajo había hallado indicios de delito en la gestión del Grupo Marsans y enviado el caso a la fiscalía. También 80 aerolíneas presentaron una denuncia por apropiación indebida, mientras que UGT está preparando una demanda penal.

Todo eso sin contar con las demandas individuales, como la de un extrabajador de Air Comet que lo denunció por impago de dos salarios. El juicio se celebró en septiembre y supuso el primer proceso contra Díaz Ferrán. El juez le condenó a pagar los 2.451,31 euros que debía al exempleado.