La compañía estadounidense General Motors aumentará su aportación al plan de viabilidad de su filial europea Opel hasta 1.900 millones de euros (2.565 millones de dólares), más del triple de la cantidad anteriormente asegurada. De este modo se reduce la ayuda económica que General Motors solicita a los Gobiernos de países europeos con plantas de Opel mediante avales y créditos hasta 2.000 millones de euros (2.700 millones de dólares), frente a los 2.700 millones de euros (3.645 millones de dólares) iniciales.

Adam Opel GmbH informó hoy en un comunicado, que coincide con el inicio del Salón del Automóvil de Ginebra, de que "GM asegura 1.900 millones de euros para llevar a cabo el plan de futuro de Opel". Con este compromiso se triplica la financiación de 600 millones de euros asegurada hasta ahora. El consejero delegado de Opel, Nick Reilly, dijo que "la aportación de General Motors se producirá tanto en forma de capital propio como de créditos".

El consejero delegado y presidente de GM, Ed Whitacre, reseñó que "esto es una clara declaración de que las actividades europeas son decisivas para General Motors". General Motors había calculado que para llevar a cabo el plan de viabilidad de Opel necesitaba 3.300 millones de euros, de los que la matriz estaba dispuesta a aportar 600 millones de euros y pidió en un primer momento los 2.700 restantes a los Gobiernos europeos de países que tienen plantas de Opel.

Los Gobiernos europeos han solicitado a General Motors que aumente el margen en 415 millones de euros para prepararse mejor para evoluciones del mercado difíciles, por lo que el saneamiento de Opel costará ahora algo más de 3.700 millones de euros (4.995 millones de dólares). "Como señal de la confianza en el éxito a largo plazo del negocio de Opel, General Motors aportará ahora más del 50 por ciento de la necesidad de financiación total", dijo la empresa alemana. El ministro de Economía alemán, Rainer Brüderle, reaccionó con cautela e hizo hincapié en que el Gobierno germano todavía no ha tomado una decisión respecto a las ayudas para Opel y que General Motors debe responder a algunas preguntas.

Reilly informó a comienzos de febrero de que General Motors reducirá la capacidad de producción un 20 por ciento en Europa, para lo que recortará 8.370 empleos de los 50.000 actuales. Opel quiere cerrar la fábrica de Amberes (Bélgica), donde trabajan 2.377 personas, y trasladar a Bochum (Alemania) la producción belga del Astra de tres puertas.

En la fábrica española de Figueruelas (Zaragoza), que mantiene la capacidad de producción instalada y podría lograr los nuevos Corsa y Combo, se reducirán 900 empleos. Con el nuevo compromiso financiero de General Motors desaparecen los riesgos de liquidez en la reestructuración de Opel este año. Reilly consideró que "la confirmación de financiación de 1.900 millones de euros de GM es la medida adecuada para Opel, ya que señala la resolución de restablecer nuestro negocio sobre una base sólida".

El directivo explicó que el comité ejecutivo de General Motors respondió positivamente a la solicitud de Opel de ayuda adicional, que también es apoyada por el consejo de administración de la empresa estadounidense. Opel, cuyo origen se remonta a 1862 como un pequeño negocio de máquinas de coser, también ha informado de esta decisión a la Comisión Europea y a los Gobiernos europeos implicados a nivel federal y regional.