General Motors (GM) anunció ayer que ha fracasado el acuerdo para vender su filial Saab a Koenigsegg Group AB, un grupo de inversores sueco basado en una compañía de fabricantes de deportivos de lujo y participado por una sociedad de inversión china.

El consejero delegado de la automovilística de Detroit, Fritz Henderson, mostró su "obvia decepción" por la retirada del grupo sueco, que llega después de que acabaran sin éxito los planes para vender Saturn y de que decidiera no vender Opel a Magna.

Por su parte, la cancillera alemana, Angela Merkel, anunció ayer que GM ha devuelto al Gobierno alemán el último tramo del crédito que recibió para garantizar la supervivencia de Opel. Mientras, GM ha rebajado el plan de despidos previstos. Habla de 9.000 a 9.500 frente a los 10.500 de Magna.