Antonio Fazio, de 69 años, formalizará esta mañana su dimisión como gobernador del banco central italiano. La renuncia al cargo llega tras cinco meses de acaloradas polémicas e investigaciones judiciales sobre la supuesta actuación irregular del máximo responsable del Banco de Italia para impedir la entrada en el país transalpino de otros grupos financieros europeos.

La Fiscalía de Milán investiga a Fazio por presunto tráfico de información privilegiada para frenar las ofertas de compra que el banco holandés ABN Amro lanzó sobre Antonveneta y el español BBVA sobre la Banca Nazionale del Lavoro (BNL).

Fazio tomó la decisión ayer por la tarde. Justo cuando el Ejecutivo conservador de Silvio Berlusconi ya había anunciado que hoy celebraría un Consejo de Ministros especial en el que estaba dispuesto a aprobar una reforma de la normativa que rige la elección y la duración del cargo de presidente del banco emisor.

NUEVO REGLAMENTO Según las filtraciones divulgadas por la prensa italiana, con el nuevo reglamento los gobernadores deberán ser elegidos por consenso político entre la mayoría gubernamental y la oposición y no por el mismo banco emisor. La duración del mandato será de 5 años.

Concluyen así 45 años de vida laboral de Fazio dentro del banco central, 12 de ellos como gobernador. Provisionalmente, ocupará su puesto el director general, Vincenzo Desario.

Un comunicado oficial informó ayer de que la dimisión de Fazio era "una decisión tomada autónomamente y con la conciencia tranquila", con el objetivo de que "retorne la serenidad, en el interés superior del país y del Banco de Italia".

La dimisión de Fazio fue saludada por la mayoría conservadora y por la oposición, que desde hacía varios meses la solicitaban. Berlusconi comentó que no le ha sorprendido, porque "Fazio ha entendido que, dada la situación, debía dar un paso atrás".