La montaña rusa de la política económica del Gobierno vivió ayer su enésima jornada de confusas subidas y bajadas con final incierto. El PSOE azuzó la expectativa de una rápida creación del impuesto para gravar a las personas más pudientes que ha prometido el presidente, y el entorno del Ejecutivo lo confirmó, sin muchos detalles pero con algunas líneas básicas. Sin embargo, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, aplazó su creación a un vago "momento oportuno" y negó de forma tajante incluso que exista una "propuesta concreta" en estudio.

Lo que se vivió fue una auténtica pugna entre el aparato socialista y las áreas más técnicas del Ejecutivo. Salgado logró imponer su criterio frente a las presiones de amplios sectores del PSOE, que se sienten desarmados para explicar el recorte social del Ejecutivo. También ganó frente a ministros con un perfil más político por ser altos cargos del partido, como José Blanco y Manuel Chaves, que han hecho creer con sus mensajes ambiguos que se iba a adoptar una medida rápida.

"A LOS QUE TIENEN" Pero la número tres del Gobierno lo negó de forma taxativa tras la reunión del Consejo de Ministros, que de forma excepcional tuvo lugar por la tarde. Para hacerlo, eso sí, se remitió una y otra vez al anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de que subirá los impuestos "a los que realmente tienen", sin detalles ni fechas. Solo aclaró que será temporal, mientras dure la reducción del déficit a los límites fijados por Bruselas (el 3% que hay que alcanzar en el 2013).

Salgado no se apuntó el tanto de su victoria y negó que el PSOE le vaya a pedir explicaciones de por qué no es el momento oportuno para crear la nueva tasa. "Siempre estoy dispuesta a explicar al partido todo lo que el partido quiera conocer, pero no creo que me vaya a hacer esa pregunta", afirmó.

Lo significativo, no obstante, son las palabras para explicar cuando se creará el nuevo tributo. "Inminente, no. No es una palabra que haya usado el presidente del Gobierno", afirmó. Todo lo contrario que Leire Pajín, secretaria de Organización y número tres del PSOE, que horas antes había afirmado que el Gobierno lo anunciaría "posiblemente, de forma inminente".

Entre una declaración y otra, la cadena SER anunció, citando fuentes del Ejecutivo, el nacimiento en el plazo de dos semanas de un tributo que iba a gravar a las personas que superarán ampliamente el millón de euros entre propiedades, acciones, ingresos y ahorros. El modelo es la tasa francesa conocida como de "solidaridad sobre la fortuna". La base del impuesto son los bienes y la renta, de los que se deducen las deudas. Los seis tramos obligados a pagar van desde el comprendido entre los 760.000 a 1,22 millones de euros (0,55% de tributación) hasta el de más de 15,81 millones (1,8%).

Fuentes del Gobierno apuntaron que en la reunión del Consejo de Ministros se vivió un "debate interno y un ajuste de cifras", en el que Salgado logró imponer su "riguroso y técnico" criterio. La responsable de Economía entiende que el plan de ajuste del gasto aprobado ayer tiene suficiente trascendencia. El Gobierno se plantea usar la carta del impuesto para ricos en el debate parlamentario de los presupuestos del año que viene o del propio plan de ajuste.

Los intereses del partido que apoya al Gobierno, sin embargo, van por otro lado. Las alas más izquierdistas y los responsables de los resultados electorales han tratado de hacer cambiar de opinión a Zapatero sobre la necesidad de tomar una iniciativa popular para contentar a sus bases y paliar el enfado de los funcionarios por el recorte de su sueldo y de los pensionistas por la congelación de sus prestaciones.

PRIORIDAD EUROPEA Sin embargo, la prioridad ahora es recuperar la confianza y tranquilizar a los socios europeos. El ajuste adicional, explicó Salgado, va a permitir que el déficit baje este año desde el 11,2% al 9,2%, frente al 9,8% previsto inicialmente. El año que viene será del 6%, frente al 7,5% inicial.

Salgado avanzó ayer que el ajuste no tendrá ningún impacto en la previsión de producto interior bruto de este año (0,3% de caída). Pero sí en la del próximo, cuando se concentra la mayor parte del ajuste (dos terceras partes de los 15.000 millones). Según su "muy conservador" nuevo pronóstico, el crecimiento será del 1,3% en el 2011.