Giorgos Papandreu, el primer ministro griego, alentó ayer a la UE y a los países que forman la eurozona a contribuir a "apagar el fuego" de la crisis financiera griega para que no se "propague a toda la economía europea y mundial". Tras reconocer que su país asume su responsabilidad y que su Gobierno hace todo lo posible para solucionar el grave endeudamiento, insistió en que la intervención internacional es imprescindible. El mensaje, dirigido en buena medida a la cancillera Merkel, fue suscrito por el portavoz del Gobierno italiano, Paolo Bonaiuti: "Si ves arder la casa del vecino, está en el interés de todos llevar agua, no solo por razones humanitarias sino también para impedir que el fuego alcance a las casas de alrededor".