La elaboración de los presupuestos del Estado para el 2010 puede resultar la más difícil de la historia. Nunca antes el Gobierno se había visto obligado a abordar tal recorte del déficit, de más de 25.000 millones (2,5 puntos del PIB), en una situación de crisis tan fuerte y con una vigilancia tan exigente (la de la UE). Solo será posible subiendo impuestos y cortando gastos y, al parecer, habrá más de lo primero.

El techo de gasto presupuestario para el 2010 incluye un recorte de 8.681 millones. Renunciar a una subida del 2% en el sueldo de los funcionarios apenas permitiría un ahorro de 626 a la Administración central, pero sería de 2.334 para el conjunto de las administraciones. Y la aprobación de más medidas de gasto, como la prestación de 420 euros para parados con las prestaciones agotadas complican el equilibrio. El grueso del ajuste, hasta completar los 25.000 --es decir, más de 16.000 millones-- debe llegar de subidas fiscales.

IMPUESTOS Ya se sabe que la subida no afectará al IRPF y que el impuesto sobre sociedades, en todo caso, bajará. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha apuntado a las rentas del capital y a la deducción de los 400 euros como destinatarias de la subida fiscal.

Hay unos 16 millones de contribuyentes que declaran rendimientos del capital de cuentas corrientes, imposiciones a plazo fijo, deuda pública, seguros, dividendos de acciones o fondos de inversión. Como rentas de capital también tributan las plusvalías por la venta de inmuebles o acciones. Pasar del 18% al 20% en el gravamen de estas rentas aportaría unos 800 millones.

Para Inverco (la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones), subir impuestos a las rentas del capital sería un gran error. Según el secretario general de Inverco, Angel Martínez-Aldama, "llevará

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