Si hay que hacer normas, se harán" dijo ayer el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, al término del Consejo de Ministros, pero la prioridad del Gobierno es restablecer la credibilidad del sistema financiero español, especialmente la de las cajas de ahorros. Por esa razón, el Ejecutivo busca el consenso para definir "un plan" que tiene como objetivo "acelerar" la reestructuración de las cajas. Como ya avanzó este diario el pasado jueves, el plan podría materializarse el viernes, con la presentación de un decreto ley.

"Ya que exigimos una reforma acelerada" del sector, "lo lógico es que nosotros lo hagamos también aceleradamente", dijo Rubalcaba, quien añadió que el citado plan está siendo elaborado en contacto con la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), el Ministerio de Economía y Hacienda y el Banco de España, cuya presión parece haber acelerado el proceso.

"El objetivo --dijo Rubalcaba-- es reforzar la solvencia y la credibilidad del sistema financiero. Para mejorar la solvencia, hace falta incrementar el capital y para la credibilidad, nada mejor que un plus de transparencia". Indicó que el Ejecutivo "no tardará mucho" en tener listo el texto y de sus afirmaciones se desprende que aún no existe una decisión cerrada sobre su contenido. Si bien, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha elaborado un documento en el que señala la conversión de las cajas en bancos y que el Estado pueda entrar en su capital si estas no consiguen fondos privados.

El Gobierno busca el consenso con el sector, pero también con el Partido Popular. El PP ya pactó con el Ejecutivo la reforma decretada en julio. Para la eficacia de los cambios se hace imprescindible el acuerdo. Sobre todo si se plantean a través de un decreto ley, que debería ser convalidado después en el Parlamento.

RETICENCIAS DE LA OPOSICION El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, comentaron el tema, por teléfono, el pasado sábado. Además ha habido "muchas reuniones" de trabajo entre representantes del Gobierno y del PP sobre las alternativas. Desde el punto de vista del Gobierno, se perciben reticencias políticas en la oposición. Desde el PP, se observa en el Gobierno una falta de criterios claros por discrepancias internas en el Ejecutivo, lo que le impide expresar su respaldo definitivo, apuntan en la oposición.

Una de las opciones que están sobre la mesa es que el Banco de España eleve al 8% la exigencia de capital de primera calidad en todas las entidades financieras, a las que daría un plazo de unos meses para captar el capital necesario. Cumplido este plazo sin haber logrado el objetivo, el Estado entraría en el capital de las cajas de forma parcial y transitoria, explican fuentes de la negociación. El Banco de España sitúa entre 20.000 y 30.000 millones la necesidad de capital adicional en las cajas de ahorros.