El Gobierno no se va a resignar a dejar como está la figura del contrato de obra y servicio. El secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, reconoció que fue una fórmula contractual que no se llegó "a tocar" en la última reforma laboral y que convendrá analizar en el futuro.

Gómez se mostró convencido de que el uso de este contrato no va a mejorar. En un desayuno organizado por Alta Gestión, el secretario de Estado mostró "dudas" sobre si responderá a las necesidades del mercado laboral. Según el secretario de Acción Sindical de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, el contrato de obra y servicio "es el agujero negro del mercado laboral y será necesario taparlo en su día".

Toxo aseguró que su sindicato no va a dejar de insistir en la necesidad de limitar esta fórmula. El secretario de acción sindical de UGT, Antoni Ferrer, recordó que la limitación del contrato de obra y servicio en las empresas estaba en "la línea roja de la CEOE". Ambos coincidieron en que la reforma laboral que entra en vigor el 1 de julio afectará a las relaciones laborales por obra y servicio.