El subsecretario del Ministerio de Agricultura, Manuel Lamela, culpó ayer a los distribuidores de la incesante escalada de los precios de los alimentos, que ha repercutido negativamente en la inflación. Lamela descartó que exista mala voluntad por parte de los comerciantes, pero denunció que en este sector no se trasladan al consumidor las bajadas de precios con la misma facilidad que las subidas.

El subsecretario recordó que los alimentos no elaborados han subido el 7,5% en el último año, y advirtió de que el sector alimentario "se va a resentir en términos de competitividad" si continúa por este camino. Esos incrementos, según dijo, suponen "una pérdida de renta para el agricultor" y un claro perjuicio para el consumidor.

ESFUERZO DE MODERNIZACION

En este sentido, se quejó de que la situación del comercio es "muy inelástica " porque "cuando hay un alza en el origen (agricultor) se traslada de manera bastante fácil al consumidor, mientras que cuando hay un descenso no se traslada". "No hay una sensibilidad en la distribución en relación con lo que sucede en la cadena alimentaria", precisó el subsecretario de Agricultura.

Lamela desvinculó el problema de un supuesto interés de los comerciantes por "aprovechar la coyuntura para obtener más beneficios". "Creo que lo que hay es un problema importante en la estructura de la distribución, que necesita modernizarse para tener unas redes de comercialización que hagan llegar los alimentos en menos tiempo y con menores costes", explicó.

En cuanto a las posibles soluciones planteadas ayer en la reunión del Observatorio de Precios de los Alimentos, anunció que su departamento adoptará "una línea cada vez más firme" en el campo de la publicidad y transparencia de los precios. "Estamos dispuestos a trabajar para que las oscilaciones que se produzcan en todos los eslabones de la cadena sean beneficiosos para productor y consumidor", dijo.

Lamela calificó de "innecesarias" las movilizaciones iniciadas ayer por la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) para protestar contra los excesivos márgenes comerciales de los intermediarios y distribuidores en la venta de productos agroalimentarios.

La campaña, que continuará hoy, incluye el reparto de folletos explicativos en la entrada de centros comerciales y grandes superficies de Córdoba, Albacete, Cuenca, Tarragona, Ciudad Real y Salamanca. "No es hora de manifestarse, sino de trabajar, porque con las movilizaciones no se consigue bajar nada y, a lo mejor, lo que conseguimos es el efecto contrario", dijo Lamela.

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