Los sindicatos y la patronal disponen de una prórroga de una semana para intentar alcanzar un acuerdo a contra reloj sobre una reforma laboral. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha afirmado hoy que "la semana próxima debería conocerse ya si hay posibilidad de acuerdo o no". A su juicio, no se puede esperar "muchos días más" una vez que está a punto de expirar el límite de final de mayo que dio el Ejecutivo para concluir el diálogo social.

Si el esfuerzo adicional que pide el Gobierno a sindicatos y patronal no fructifica durante el tiempo añadido, "el siguiente escenario" será el de un decreto con medidas para mejorar el mercado laboral que se someterá a la aprobación de los grupos parlamentarios en el Congreso, según ha explicado el ministro en la reunión del Cercle d´Economia que se celebra en Sitges.

"El Gobierno estudiará las medidas más beneficiosas para el país teniendo en cuenta que hay más de cuatro millones de parados y que tenemos una temporalidad en los contratos de las más altas de Europa. Eso es lo único que nos moverá", ha asegurado Corbacho respecto a las medidas que puede incluir el decreto y sobre la amenaza de CCOO y UGT de convocar una huelga general si consideran que se produce un recorte de derechos laborales.

REPROCHES ENTRE SINDICATOS Y PATRONAL

El ministro ha reiterado su respeto a las posiciones de los sindicatos y la patronal CEOE, y ha subrayado que "lo importante ahora es que no se ha roto la mesa de negociación".

Las declaraciones de Corbacho se producen en plena escalada de acusaciones entre los sindicatos y la CEOE por la flexibilidad de cada parte en busca del pacto. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha calificado de "sicario" al presidente de la Comisión de Economía de la patronal, José Luis Feito, por haber tachado de "infantil, inmadura y absurda" la amenaza sindical de huelga general.