Con una tasa interanual de inflación situada en enero por primera vez por debajo del 1% (0,8%), el Gobierno se vio obligado ayer a descartar el riesgo de deflación --caída sostenida y continuada de precios--. Se trata de un fantasma que resurge periódicamente desde que el índice de precios comenzó a caer en agosto pasado, a la par que lo hacía el petróleo.

La economía española entra en "una etapa de precios muy estables", según el Ejecutivo. Además, la inflación subyacente -- la que excluye los elementos más volátiles como la energía y los alimentos no elaborados-- se mantiene sobre el 2%, lo que aleja cualquier proceso de caída sostenida del nivel general de precios, según fuentes oficiales.

Varios expertos afirmaron ayer que el único componente que puede hacer que la tasa de inflación sea negativa algunos meses es la energía. La evolución será moderada durante el año porque los precios se compararán, al menos hasta julio, con un periodo de grandes subidas, como la primera parte del 2008.

En enero del año pasado, la tasa interanual de inflación del índice adelantado era del 4,4%. En julio, la inflación llegó al 5,3% y, a partir de ahí, comenzó a bajar. Además, desde noviembre, la tasa media del índice de precios de consumo (IPC) en la zona euro es más elevada que la española.

La caída del petróleo y la de los alimentos frescos --los productos sometidos a más fluctuaciones--, así como las rebajas --que en la presente campaña viven un recorte de precios mucho mayor que en otros años-- son las variables que explican la situación actual. Y esta es un caída de siete décimas respeto a diciembre, hasta el 0,8% del indicador adelantado del índice de precios de consumo armonizado (IPCA) en enero, según el Instituto Nacional de Estadística.

Se trata de una tasa de inflación no vista desde hace unos 40 años y que pulveriza récords y registros, según fuentes del Ministerio de Economía. Ni desde que nació el índice de precios armonizado (IPCA) en 1997, ni en todo el periodo democrático (desde 1977) se ha visto un nivel anual por debajo del 1%, reconocieron las mismas fuentes.

El indicador definitivo del IPC se publicará el 13 de febrero, pero suele diferir poco del adelantado. El de diciembre fue del 1,5% y el definitivo, del 1,4%.

MAS AHORRO, MENOS CONSUMO Otro elemento ligado a la desaceleración de los precios es la retracción del consumo. Y ello pese a que la renta bruta disponible de las familias aún creció en términos reales en el 2008, según fuentes del Banco de España. Esa tendencia fue posible por la bajada de la inflación y medidas fiscales. Pero no hizo despegar el gasto sino que incrementó la tasa de ahorro familiar, que pasó del 10% al 12% en dos meses al final del ejercicio. Algunos medios afirmaban ayer que la tasa del 0,8% es digna de una economía paralizada.