El nuevo Gobierno de Hungría afirmó hoy que el país no necesita más recortes presupuestarios y reiteró su objetivo de mantener el déficit público en el 3,8% del Producto Interior Bruto (PIB).

Tras una reunión del gabinete celebrada al sur de Budapest, el secretario de Estado de la presidencia del Gobierno, Mihály Varga, dijo a la prensa que "no habrá nuevos ajustes" en el gasto público, pero sí algunos cambios que "afectarán a toda la política económica", según el canal de noticias Hirtv.

Hungría, cuya economía se contrajo el año pasado un 6,3%, provocó el viernes gran nerviosismo en los mercados financieros internacionales, después de que varios representantes del Gobierno insinuaran que el país estaba al borde de la bancarrota.

El nuevo primer ministro, el conservador Viktor Orbán, informará mañana sobre los detalles de su política económica.

El partido conservador Fidesz consiguió en las elecciones de abril pasado una arrolladora mayoría, que le dio más de dos tercios de los escaños en el Parlamento.

Hungría, uno de los países más afectados por la actual crisis, se vio obligada en 2008 a acudir a un préstamo internacional de 20.000 millones de euros para salvarse de la bancarrota.

El anterior Gobierno, liderado por el economista independiente Gordon Bajnai, introdujo severos ajustes económicos, incluido el recorte de sueldos y pensiones.

Csaba Tóth, analista del instituto Ecostat, recordó hoy en declaraciones a Efe que en la primera mitad de los años 2000 los gobiernos húngaros "gastaron mucho".

Por eso, a partir de 2006, el entonces Ejecutivo socialista tuvo que empezar a recortar y el resultado es la necesidad de restricciones presupuestarias.

"Precisamente por eso la caída del crecimiento económico fue mayor en Hungría que en otros países", precisó.

El Ejecutivo de Orbán no dispone de muchas posibilidades de cambiar la política económica del país, pero de todas formas tiene más margen de maniobra que Bajnai, opinó el experto.

"El nuevo gabinete no tendrá que introducir ajustes significativos" para mantener el presupuesto actual, aseguró Tóth.

Según los últimos datos, el PIB húngaro en el primer trimestre del año subió un 0,1%, lo que indica una leve tendencia al alza.

Para este año, Hungría espera un crecimiento del 0,9% y, para 2011, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un aumento superior al 3%, con lo que la recesión podría darse por superada.