La caída del consumo ha convertido las exportaciones en la gran esperanza del Gobierno para evitar que la recesión sea aún más profunda de lo previsto. Tanto es así que el Consejo de Ministros aprobó ayer un paquete de medidas para tratar de fomentar las ventas exteriores. La más relevante va dirigida a intentar que las entidades financieras aumenten la concesión de créditos a las iniciativas exportadoras.

El Ejecutivo va a reformar antes de que acabe este mes el convenio de ajuste recíproco de intereses (CARI). Se trata de un sistema por el que se incentiva a la banca a conceder préstamos a la exportación a largo plazo y a un tipo de interés fijo (el tipo de consenso que fija la OCDE). El Instituto de Crédito Oficial (ICO), que cada seis meses abona a la entidad financiera el rendimiento que hubiera recibido si el crédito se hubiera fijado a tipo de mercado, va a adaptar el mecanismo a los mayores costes de financiación de bancos y cajas.

PRESTAMOS El Gobierno va a flexibilizar el seguro de crédito a la exportación, ha creado una línea de préstamos de 40 millones de euros para que las pequeñas y medianas empresas vendan a países perceptores de las ayudas al desarrollo FAD, y otra para que las pymes accedan a los seguros de crédito a la exportación en condiciones ventajosas. También se ha creado un plan con 100 millones de euros para fomentar la construcción de infraestructuras en Africa.