El número de trabajadores que se jubilan parcialmente ha crecido de manera "espectacular" en los últimos años "y puede poner en riesgo el sistema público de pensiones". Este fue el argumento que dio ayer el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, para anunciar que el próximo acuerdo de reforma de la Seguridad Social endurecerá los requisitos para acceder a este modelo de jubilación anticipada.

Las empresas ofrecen la jubilación parcial a trabajadores de 60 años que trasladan parte de su tiempo de trabajo a otro más joven. Hoy por hoy esta fórmula tiene pocas limitaciones y está siendo utilizada de forma masiva por las empresas. Según Caldera, este modelo de jubilación "ha dado lugar a ciertos abusos" y la intención de la reforma es "mantener el relevo, pero con garantías suficientes en cuanto a las cotizaciones que se aportan y a la antigüedad del trabajador que se jubila para que no se produzca un gasto inasumible por el sistema".