La reforma de la ley de cajas ha llegado más lejos de lo que el sector preveía. La CECA esperaba que solo abriese la puerta a nuevos mecanismos para captar capital. Pero el Ejecutivo decidió dar pasos para restar peso político a los órganos de gobierno, una vieja aspiración de la patronal. La posición del Gobierno ha variado radicalmente. Hace un año, cuando aprobó el FROB, negó que fuera a cambiar la ley de cajas esta legislatura.