Gobierno socialista y PP se enfrentaron ayer por las críticas populares al troceamiento de Endesa, que el Ejecutivo desmiente tajantemente. Lo que para el PP es un "troceamiento", para el Gobierno es una "reubicación de activos", en palabras del vicepresidente Solbes, o bien no es un troceamiento "relevante", en expresión del ministro de Industria, Joan Clos. Todo hace pensar que el debate político en torno a Endesa no está, ni mucho menos, cerrado.

El líder popular, Mariano Rajoy, declaró ayer que pedirá responsabilidades al presidente Zapatero en el Congreso sobre el "carrusel de despropósitos" de la opa sobre Endesa. Para Rajoy, es sorprendente que "a una empresa como Endesa se la partan entre una empresa alemana y el Estado italiano", que es el principal accionista de Enel.

EN PASADO "Es difícil hacer las cosas peor", añadió. Rajoy utilizó el pasado para referirse a Endesa: "Era una gran empresa, daba trabajo a muchos españoles y era uno de los estandartes de la salida de las empresas española al extranjero", subrayó.

El ministro español de Industria, Joan Clos, por el contrario, opinó que el acuerdo constituye una "solución correcta y aceptable", porque no se trocea Endesa y se mantiene su sede en España. "Es una solución que permite que Endesa continúe siendo una empresa con sede en España, que no se trocee de una forma relevante, porque los grandes activos históricos de Endesa, que son sus activos de carbón y nucleares estratégicos, se mantienen unidos".

Para IU, el pacto entre la italiana Enel, Acciona y el gigante alemán E.ON es la solución "menos mala de las posibles", ya que, según su coordinador de Economía, Javier Alcázar, la "salida salomónica" ha servido "para sacar de la vía judicial" la pugna por Endesa. UGT y CCOO pusieron en acento en el mantenimiento del empleo y de las condiciones laborales.

El PP también está dispuesto a entrar en la batalla a costa de la dimisión del presidente de la CNMV, Manuel Conthe, que atribuyen a las presiones políticas del Gobierno de Rodríguez Zapatero. De momento, la Comisión de Economía del Congreso ha decidido no atender la petición de Conthe de convocar una reunión extraordinaria para formalizar su dimisión.

Mientras, los gobiernos de España, Italia y Alemania mostraron ayer su satisfacción por el acuerdo alcanzado entre Acciona, Enel y E.ON.