Tirón de orejas sin paliativos a las eléctricas. El ministro de Energía, Álvaro Nadal, aprovechó ayer su intervención en el VI Simposio Empresarial Internacional de la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Fuseam) celebrado Barcelona para cargar contra el sector del kilowatio (KW), con el que mantiene un rifirrafe a cuenta de la retribución de las distribuidoras. «Hay que bajar el nivel de conflictividad del sector. No puede ser que todos los bonos sociales y regulaciones sean recurridas, en especial en el sector eléctrico, más que en el gas», sentenció. Y aseguró que esta conflictividad no se produce en ningún otro ámbito económico.

En una mesa en la que tenía al lado al presidente de Endesa y del Club Español de la Energía, Borja Prado, Nadal reprochó a las grandes eléctricas que sean las responsables de la inseguridad jurídica. «No es normal una situación como esta en la que actúan con la idea de a ver qué cae», afirmo.

«Disminuyamos en redes la conflictividad. Ya sé que el monopolista se quiere quitar la legislación para cobrar más, pero el consumidor está en la situación contraria», justificó. El ministro afeó a las compañías el alto nivel de litigiosidad: «Desde que se estaba secando la tinta en el BOE de la reforma energética, se ha recurrido todo. Todas las normas son recurridas buscando el afán legítimo del regulado de rascar hasta el último euro».

El sector energético ha expresado en diversas ocasiones su disconformidad con la pretensión del Gobierno de rebajar los ingresos regulados que reciben las grandes eléctricas por distribuir la luz y el gas. Afirman que el cambio que pretende Energía a través de una enmienda en la ley de medidas urgentes para la sequía conculca lo establecido en las medidas urgentes aorcadas en el 2014, donde se fijaba una metodología retributiva inamovible hasta el 2020.

«No se puede dejar a un monopolista fijar él mismo sus precios», aseguró el ministro, que añadió que esto generaría ineficiencias y por ello los precios deben estar regulados. A su vez defendió el recorte en la retribución al sector de la distribución. Nadal recordó que no hay ninguna otra actividad retribuída con el bono del Tesoro a 10 años más dos puntos básicos, «limpios de polvo y paja y sin ningún riesgo», ya que es un negocio regulado.

En su discurso, tras reclamar que la energía se adapte a los objetivos de política económica y de competitividad del país, insinuó que si el sector pone trabas a cualquier pequeño cambio «alguien puede tener la tentación de que se produzca un big bang». Nadal recordó que la prima de riesgo lleva seis años de bajadas, mientras a la distribución se le «retribuye igual», tal como establece la norma, hasta el 2020.

DEFENSA DEL CONSUMIDOR / El rol del Gobierno, añadió, ha sido «ponerse en la situación del consumidor». Destacó que las firmas tienen más posibilidades de juntarse para impugnar cualquier medida. «El consumidor no tiene esa posibilidad», agregó.

Por su parte, la patronal eléctrica Unesa, sin entrar en polémicas, reclamó un marco regulador «predecible» y «estable» para el sector. Su presidenta, Marina Serrano, no se refirió en ningún momento al ajuste en el sistema que defiende Nadal.

También evitó responder a los planes del ministerio y la afirmación del presidente de Endesa, Borja Prado, que en la jornada se mostró «convencido de que una relación colaborativa entre empresas y administraciones es la clave para cumplir los retos que el sector tiene por delante».