El Ministerio de Fomento, que dirige el vicesecretario general del Partido Socialista, José Blanco, hizo del tren AVE su bandera durante la negociación con los sindicatos de los servicios mínimos en los transportes públicos ante la huelga general del próximo día 29. Mientras que los sindicatos propusieron el lunes al Gobierno la suspensión total de los servicios de tren de largo recorrido, Fomento contratacó ayer para que el servicio ferroviario de larga distancia y, sobre todo, el de alta velocidad funcionen al 20%.

Este fue el principal escollo en la reunión que comenzó a las cinco de la tarde y acabó casi a las 10 de la noche con el compromiso de continuar hoy a la búsqueda de un acuerdo.

Por la mañana, Fomento ya había lanzado a la opinión pública su contraoferta, que consistía básicamente en mantener la actividad del AVE y reducir del 33%, propuesto por CCOO y UGT, al 25% el funcionamiento del transporte aéreo nacional e internacional. "No vamos a combatir la huelga con ninguna orden ministerial; queremos llevarnos bien", dijeron fuentes del ministerio para mostrar su disposición al diálogo y al acuerdo con las centrales.

El Gobierno quiere que la negociación no se prolongue demasiado para que los ciudadanos "asuman que van a tener problemas de movilidad" el día 29. La propuesta de Fomento, como algunos aspecto de la sindical, también se basa en la orden ministerial que aprobó Francisco Alvarez-Cascos en el 2002. Pero para defender que funcionen los trenes, el ministerio hizo hincapié en el notable aumento de las infraestructuras, tanto del AVE a Barcelona como en segmentos de media y larga distancia.

En cuanto al resto de los transportes por carretera, marítimos y de cercanías, el acuerdo sería fácil ya que apenas hay diferencias entre las dos partes. El ministerio propuso que el transporte de viajeros y el de mercancías entre las islas y la península preste servicio al 50%.