La pista del pabellón Arena de la Casa de Campo de Madrid se vistió ayer de gala para recibir al presidente del BBVA, Francisco González, acompañado por la cúpula de la entidad y dos centenares de periodistas de América Latina, EEUU, España y Portugal. Después de dos horas de discursos, González, seguido de decenas de cámaras, recorrió la exposición en la que el banco muestra sus próximas innovaciones. 2.000 directivos asistieron ayer y hoy a las jornadas en las que se dibuja su futuro.

Si los acontecimientos transcurren como está previsto, será el último plan de estas características que presente González. En octubre del 2010 cumple 65 años, y los estatutos del banco establecen que el presidente se jubilará a esa edad, aunque previsiblemente el banquero gallego continuará hasta los 70 como consejero.

A la americana

Quizá por esta circunstancia, el acto de ayer se parecía bastante a una convención electoral americana. Unos focos que teñían la pista de diferentes colores dieron el paso a González hacia el atril central, desde el que trazó los objetivos del BBVA para los próximos tres años.

Para el 2010, el segundo banco español aumentará el número de clientes en 8,5 millones, duplicará su cartera de créditos en América del Sur y México y mejorará su ratio de eficiencia en un 20%, bajándolo del 44% actual al 35%, "algo que sorprenderá a los analistas", según sus propias palabras.

Esas metas se recogen en el Plan Estratégico de Innovación y Transformación, que contempla unas inversiones en tecnología de 5.600 millones de euros, de los que 2.500 corresponden a la creación de valor.

El banquero no se apartó ni un momento del guión y despachó la pregunta sobre el interés del BBVA por comprar el banco italiano Monti dei Paschi di Siena con un "hoy no toca hablar de eso", que dejó pocas dudas de que tiene algo que ver en la compra del italiano.

El presidente se extendió algo más al reiterar que el BBVA mantiene la decisión de vender todas las participaciones industriales cuando las necesite --como es el caso de Iberia e incluso de Telefónica-- porque "no tenemos vocación industrial".

Cambios y tendencias

José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado, sucedió en el centro de la pista al presidente para insistir en los cambios que afrontan las nuevas sociedades y la necesidad de las inversiones en tecnología. En el 2025, el PIB mundial "se duplicará", según Goirigolzarri, y habrá una nueva cartera de 65 millones de potenciales nuevos clientes.

Fue el número tres del banco, Jaime Guardiola, director comercial para España y Portugal, quien concretó cómo se va a desarrollar el crecimiento de clientes hasta el 2010, con un aumento de 1,5 millones en España y Portugal: un millón serán emigrantes y los otros 500.000 jóvenes.

México aportará cuatro millones de nuevos clientes y América del Sur, tres millones más. El director general del BBVA Bancomer, Ignacio Deschamps, puntualizó que los cuatro millones de nuevos clientes procedentes de México y EEUU llevarán al banco a la cifra de 18 millones en tres años. Advirtió de que el crecimiento hará que, más pronto que tarde, otros 17 millones de personas de la zona necesiten la bancarización.