La revalorización de las pensiones por encima de la inflación pone en riesgo el sistema público de prestaciones. El secretario de Estado para la Seguridad Social, Octavio Granado, advirtió ayer de este peligro, por lo que defendió la congelación de las pensiones en el 2011, decretada por el Gobierno en el marco de las medidas de reducción del déficit sugeridas por la Unión Europea.

En su comparecencia ante la comisión de seguimiento del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados, el secretario de Estado recordó que en el año 2009 la inflación aumentó el 0,3%, mientras que las pensiones solamente se incrementaron en un 2%.

Este ritmo de revalorización --siete veces superior, como sucedió en el 2009-- es insostenible para el sistema, según el secretario de Estado, que se limitó a exponer la sugerencia encima de la mesa de la comisión parlamentaria que tiene que abordar en los próximos meses la reforma de las pensiones y la extensión de la vida laboral.

Granado pidió que se cumpla con lo que establece el Pacto de Toledo --revalorización igual a la inflación-- porque, de producirse durante cinco ejercicios seguidos una subida como la del 2009, "habrá un problema". No obstante, el secretario de Estado descartó que a causa de la crisis se tenga que utilizar el fondo de reserva.