Las bolsas experimentaron una sesión de inestabilidad entre las dudas que aún suscita el rescate griego y los datos macroeconómicos procedentes de EEUU, que propiciaron una remontada de los índices, aunque algo menos del Ibex 35, que cerró a la baja (-0,66%), como lo hizo también la Bolsa de Atenas (-1,1%), mientras que el euro cedió hasta 1,31 dólares.

Los mercados aún temen que Grecia no pueda cumplir con la austeridad prometida cuando los parlamentos nacionales tienen que ratificar el acuerdo de rescate del país. Además, China volvió a subir el coeficiente de caja a los bancos poniendo un grano más de tensión en su política monetaria.

Pero desde EEUU llegaron datos macro que sirvieron para llevar algo de optimismo a los inversores. El ISM manufacturero de abril y el gasto de construcción de marzo en EEUU han resultado mejores de lo previsto. El registro manufacturero resultó el más elevado desde el 2004, lo que añade certeza a la recuperación de la economía estadounidense. Esto ha ayudado a que Wall Street, también animada por la fusión de United Airlines y Continental, se moviera en terreno positivo y pasara a las ganancias en las principales bolsas occidentales, excepto en España.

El Ibex, el principal índice del mercado español, cayó hasta los 10.422 puntos, lastrado por los descuentos de los dividendos de Santander, Inditex y Banesto. El miedo al contagio de la situación griega sigue presente, aunque los diferenciales de la deuda mejoraron respecto al viernes. En el caso del bono a 10 años, el diferencial con el bono alemán bajó a los 100 puntos básicos, lo mismo que el italiano. El portugués pasó de 234 a 227 puntos básicos.

La rentabilidad de la deuda española a largo plazo bajaba una centésima y se situaba en el 4,03 por ciento, en tanto que el efectivo negociado en el mercado continuo se situó en 3.985 millones, de los que algo más de 2.200 procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales.