El ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha mostrado este martes "optimista" sobre la evolución de la situación en Cataluña y confía en que el impacto económico de la crisis sea menor de lo previsto y el crecimiento en el 2018 se sitúe en el 2,7% o 2,8% del PIB, en lugar de en el 2,3% que estima ahora. "Como soy optimista con respecto a las elecciones del 21 de diciembre espero que el impacto sea inferior y podamos irnos a crecimientos del 2,7% o 2,8% que hubieran sido los habituales", ha dicho De Guindos en una rueda de prensa en el marco de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) celebrada en Bruselas.

El titular de Economía ha indicado que el Gobierno ha hecho una proyección "prudente" para el 2018 que contempla que la "incertidumbre" generada por la crisis catalana tenga un impacto de "cuatro o cinco décimas" del PIB, es decir, 5.000 millones de euros. En sus últimas previsiones económicas -recogidas en el cuadro macroeconómico enviado a la Comisión Europea junto al borrador de presupuesto de 2018- el Gobierno estima que el crecimiento el año próximo será del 2,3%.

Este es el "escenario central", según de Guindos, quien ha insistido en que de no haberse producido la crisis catalana el crecimiento previsible para 2018 sería del 2,7% o 2,8%. "Creo que tras las elecciones del 21 de diciembre iremos viendo una normalización de la situación en Cataluña y que este impacto de 5.000 millones de euros puede ser inferior", ha afirmado el ministro, pero ha admitido que "si la situación de incertidumbre se dilata (...) el impacto sería muy superior".

No obstante, De Guindos ha recalcado que este no es el escenario contemplado por el Gobierno ni por las autoridades comunitarias, que el próximo jueves presentarán sus previsiones económicas para España y el resto de países de la UE. "A veces, cuando se descuenta un hecho con impacto negativo y después la realidad es mejor que lo descontado, en última instancia el rebote puede ser más intenso de lo que se preveía", ha insistido.