La inmobiliaria Habitat, que preside Bruno Figueras, presentó ayer en los juzgados una solicitud de concurso voluntario de acreedores (la antigua suspensión de pagos), al no poder afrontar el pago de una deuda de 2.300 millones de euros. La diferencia entre el activo y el pasivo asciende a casi 700 millones.

Habitat es la segunda inmobiliaria por pasivo que presenta concurso, después de Martinsa-Fadesa (5.200 millones de deuda). El impacto negativo para la imagen internacional de la banca española que provocó aquella suspensión hizo pensar a los directivos de Habitat que lograrían otra refinanciación, tras la conseguida in extremis en febrero. Pero esta vez la banca no ha estado por la labor. Ya tiene la deuda provisionada en sus balances, y, en todo caso, le aumentará su tasa de morosidad. De los 2.300 millones de deuda, 2.000 corresponden a créditos bancarios. Figueras, afirmó ayer que la empresa es un "proyecto viable" y que está "garantizada" la entrega de 250 viviendas prevendidas aún en fase de construcción.