El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Angel Fernández Ordóñez, dejó ayer abierta la posibilidad de subir impuestos especiales "en el trámite parlamentario" del proyecto de presupuestos generales del Estado para el 2005. Con esta medida se frenaría la deuda sanitaria de las autonomías, como anticipo de una solución de fondo al "grave" problema de financiación.

Fernández Ordóñez abogó por un pacto similar al de Toledo sobre pensiones, que permita un amplio consenso y garantice que la sanidad no se utilizará como arma política entre partidos. Esta negociación requiere un tiempo amplio, como ha reiterado el vicepresidente económico, Pedro Solbes. La novedad es que ayer Fernández Ordóñez no descartó una subida "en el trámite parlamentario".

LA CONTRADICCION El anuncio que los periodistas arrancaron a Ordóñez contradice los últimos mensajes de Solbes y del PSOE. El martes, el vicepresidente explicó que "no es lógico" que el Estado suba sus impuestos para financiar las carencias de una competencia autonómica.

También rechazó cederles un porcentaje mayor de impuestos con este fin, y sólo habló de la posibilidad de aumentar "el margen de maniobra" de las regiones sobre sus ingresos. "Es un tema de gran importancia --dijo Solbes--, pero no le veo una solución en los presupuestos".

El lunes, Solbes habló ante la ejecutiva socialista. Después, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, afirmó tajante: "No subirán los impuestos directos ni los indirectos".

Fernández Ordóñez mostró ayer interés por transmitir "a los mercados" que este Gobierno no abandona la ortodoxia en el control del déficit público.

Del 1,81% de déficit sobre el PIB que registrará este año el Estado, el 1% se debe a operaciones que no se van a repetir en ejercicios siguientes (2.500 millones de deuda histórica de Andalucía y 5.459 de deuda de Renfe).