Algo está cambiando en la industria turística española. Las ofertas excepcionales que se podían encontrar a estas alturas del año para viajar o alojarse en pleno agosto prácticamente han desaparecido y se han convertido en descuentos de entre un 5% y un 8% si se compra el viaje con dos meses de antelación.

Entre las causas de este cambio destacan las buenas perspectivas de los hoteleros para la próxima temporada estival, para la que esperan rozar el lleno en agosto y muy buenas ocupaciones en los otros meses. Y este optimismo tiene causas justificadas: el aumento de reservas desde los principales mercados emisores (Reino Unido y Alemania, sobre todo), y el dato objetivo del aumento de viajeros extranjeros en el primer cuatrimestre.

Hasta el pasado abril, último mes del que se dispone de estadísticas, habían llegado a España 14,45 millones de turistas, un incremento del 5,8% con respecto al primer cuatrimestre del 2005, y la cifra de noches pasadas en hoteles (incluidos los residentes) aumentó el 7,1%.

DESTINO SEGURO En las diferentes ferias internacionales de turismo, las organizaciones públicas y privadas relacionadas con el sector han podido constatar que este año el interés por España como destino va al alza. En gran parte, como reconocen tanto las autoridades como los empresarios, por que vuelve a ser un destino seguro frente a otras alternativas de moda en los últimos años en el norte de Africa o Asia y que han perdido muchos puntos a causa de la crisis política de las caricaturas de Mahoma.

Ramón Estalella, secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), vaticina que esta temporada estival "será muy buena, a la vista del incremento de reservas, e incluso mejor que la del 2005, que al final registró una ocupación media del 75% entre el 1 de julio y el 31 de septiembre". Esta vez, además, los hoteleros confían en poder recuperar parte de la rentabilidad de sus establecimientos perdida en los últimos años. No se deberá a un incremento de los precios, asegura, sino a un descenso de todo tipo de ofertas, incluidas las de última hora.

FIN A LAS MALAS PRACTICAS Los hoteleros se han dado cuenta, afirma Estalella, que no podían seguir la línea iniciada hace tres años, cuando el exceso de plazas disponibles y el bajón de llegadas desató una guerra de precios en el sector. "Ha habido conversaciones entre los grupos hoteleros, agencias de viajes y turoperadores para frenar esas prácticas, que acababan perjudicando a todo el sector, y también se hicieron denuncias por ofertas que solo existían en los anuncios y parece que se ha reconducido la situación", admite Estalella.

En algunas zonas de España en las que se ha producido un fenómeno de sobreoferta de plazas hoteleras en los últimos años, se está viviendo ahora un cierto movimiento de exceso de ventas anticipadas, que algunos expertos del sector vaticinan que incluso podrían provocar problemas de overbooking este verano. Estalella lo niega, aunque reconoce que puede haber "una cierta sobrecontratación, que es muy distinto que la sobreventa, ya que la primera incluye margen suficiente de tiempo para que el turoperador confirme si se queda o no las plazas precontratadas". En todo caso, este hecho es un indicador de las buenas perspectivas del sector.