Los trabajadores de la fábrica de Opel en Bochum, en el noroeste de Alemania, iniciaron ayer una huelga en contra de la eliminación de casi la mitad de la plantilla en ese centro. Esta huelga podría paralizar toda la producción del consorcio en Europa. La medida fue adoptada después de que General Motors (GM) informara, el jueves, de una reducción de hasta 12.000 empleos. General Motors y los sindicatos de Opel anunciaron ayer su disposición a negociar el recorte.