Acaben como acaben las negociaciones entre Iberia y el sindicato de pilotos SEPLA en los próximos días, solo el anuncio de la huelga y el establecimiento de servicios mínimos ha afectado ya a más de 200.000 pasajeros de la compañía que pretendían volar la semana próxima, según fuentes de Iberia. Las agencias de viajes aumentan las cifras hasta 250.000. Son los clientes de los 1.571 vuelos no protegidos por el decreto del Ministerio de Fomento y que ayer Iberia canceló.

En algunos casos, estos viajeros frustrados podrán cambiar la fecha del vuelo si la nueva que les ofrece Iberia entra dentro de sus planes y encuentran plazas disponibles, pero la mayoría tendrán que optar por reclamar el reembolso del importe de los billetes. Estas son las obligaciones legales más claras que tiene Iberia con los pasajeros en este caso, según el reglamento europeo vigente. En principio, no recibirán más compensaciones, dado que la causa de la cancelación de los vuelos se debe a circunstancias extraordinarias, como una huelga, que la empresa no ha podido evitar.

PERJUICIO PARA EL TURISMO Francisco Carnerero, profesional del sector de las agencias de viajes, advirtió ayer de que esta huelga en las fechas en las que se producirá es muy perjudicial, porque ya entra de lleno en las vacaciones y hace muy difícil encontrar asientos libres estos días. Si se encuentra una plaza de Iberia, el cambio no tiene ningún coste para el cliente, pero si este necesita volar imperiosamente aquel día y opta por reclamar el reembolso del billete y viajar con otra compañía, la diferencia de precio corre a su cargo. Incluso en estos casos, la alternativa, a estas alturas del verano es muy difícil. Lo reconocía un portavoz de la competencia de Iberia, en este caso Vueling, que explicaba que su oferta ya estaba casi agotada desde hacía días y que podrían captar pocos clientes afectados por la huelga.

Carnerero calificó la huelga de "desastre para la imagen turística", y añadió que comportará más carga de trabajo para las agencias "por unos billetes con comisión 0".

ALTERNATIVAS Otro profesional de las agencias de viajes, Jaume Ventura, explicó que las agencias hace días que han propuesto a sus clientes con vuelos de Iberia para los días en los que se había anunciado la huelga que cambiaran la fecha del viaje. Los que tenían previsto viajes de empresa, están cambiando la fecha, mientras que los que su vuelo forma parte de un viaje combinado intentan buscar alternativas para el mismo día para no perder sus vacaciones.

La previsión con la que actuaron algunas agencias no se ha correspondido con la reacción de Iberia. La compañía no anunció hasta el jueves los vuelos que cancelaba de los tres primeros días de huelga (10, 11 y 12 de julio), y hasta ayer por la tarde, los que anulaba del resto de jornadas de paro (13, 14, 15, y 16).

En sus comunicados a los agentes de ventas, la compañía se compromete a "devolver el importe de los billetes de los clientes que, afectados o no por la huelga, lo soliciten dentro del mes de julio". También permitirá cambios de fecha "si se solicitan hasta el 31 de julio" para viajes que se inicien antes del 31 de diciembre de este año. La única condición es que el billete sea de Iberia y tenga algún tramo cerrado para viajar entre los días 10 y 16 de julio. Con esta medida, la compañía intenta compensar a los viajeros que no quieren correr el riesgo de retrasos o cancelaciones no previstas según como se desarrolle el conflicto.

Iberia inició ayer acciones ante la Dirección General de Trabajo para que declare la huelga ilegal, paso previo para remitir la demanda a la Audiencia Nacional. No obstante, aún queda la posibilidad de que hoy se desconvoque la huelga. El secretario de la sección sindical del SEPLA en Iberia, Bernardo Obrador, se entrevistó ayer con el secretario general de Transporte, Fernando Palau, y acordaron mantener hoy una reunión con Iberia para que la firma dé fe por escrito que la creación de la aerolínea Catair no afectará a los puestos de trabajo de los pilotos.

El SEPLA exige, además, que Iberia presente un aval de 6.000 millones de euros para garantizar todos los salarios de los pilotos (con una subida anual del IPC más dos puntos) hasta que cumplan los 65 años. Junto a ello, piden que se les asegure el pago de posibles indemnizaciones por despido.