La batalla entre Iberdrola y su principal accionista, ACS (12,6% del capital), ha llegado a los tribunales con duros argumentos. La eléctrica ha demandado a la constructora en un juzgado mercantil de Madrid por ocultar que su negocio sin operaciones extraordinarias registró unas pérdidas antes de impuestos de 405 millones de euros en el 2009, en lugar del beneficio de 988 millones que declaró el grupo de Florentino Pérez.

El grupo sostiene que a ese beneficio hay que restarle 1.393 millones de pérdidas por la caída del valor de las participaciones de ACS. De ellos, 900 corresponden a Iberdrola. La constructora aprobó en su junta un beneficio después de impuestos de 1.952 millones.