Rechazo, pero no radical, con matices. Y más por las formas que por el fondo. El consejo de administración de Iberdrola analizó ayer la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) sobre el 100% de su capital presentada por Gas Natural, y subrayó varios inconvenientes, entre ellos, el precio.

La eléctrica, que no rechazó textualmente la oferta, la calificó de "hostil", y fundamentó sus críticas en el precio, "que queda muy lejos de reflejar el valor real de Iberdrola", no en la lógica industrial de la operación. La compañía se mostró sorprendida "por la naturaleza y modo de presentación de la propuesta".

A Iberdrola le inquieta la división en el consejo de Gas Natural, con La Caixa a favor de la operación, y su segundo accionista, Repsol, en contra; y que la petrolera dijera que "aspectos tan importantes como los regulatorios no han sido suficientemente estudiados ni valorados".

REUNION EN LA PETROLERA

Antoni Brufau, presidente de Gas Natural y director general del grupo de empresas de La Caixa, y Josep Vilarasau, presidente de la caja, defendieron ayer la fusión en el consejo de Repsol. Enfrente tuvieron a los representantes del BBVA, opuestos a la misma. El presidente de la petrolera, Alfonso Cortina, y el vicepresidente, Ramón Blanco, admitieron que conocían la operación, pero creían que se negociaba con Iberdrola, ya que en España nunca ha prosperado una OPA hostil.

A su vez subrayaron que no se había consultado previamente al Gobierno, en especial al vicepresidente Rodrigo Rato, en manos de quien está la fusión. Las mismas fuentes resaltaron que Vilarasau acudió a la reunión con "ánimo conciliador" y Brufau, con un tono moderado. De los 12 consejeros, la caja y el banco tienen dos cada uno, mientras que los ocho restantes son independientes. Anoche se descartaba una votación sobre el tema.

La caja vasca BBK, con el 7,5% de Iberdrola y el 3% de Gas Natural, también criticó "el método" empleado por la firma gasista.

Repsol colaboraba en la preparación de la fusión desde antes de Navidad. Cuando el fin de semana pasado Brufau preparaba el consejo del lunes se encontró con que Repsol pedía más tiempo. En el consejo, Brufau forzó la votación a sabiendas que la ganaría a pesar de la oposición de Repsol, dado que si lo que había que esperar era la opinión del Gobierno, ya habría ocasión para saber si había cambiado su oposición, ya manifestada en el 2000.

TRANQUILIDAD EN LA CAIXA

En La Caixa estaban ayer tranquilos. "Es normal que la compañía que sufre una OPA pida subir el precio. Es una reacción lógica", dijo un portavoz. La caja avala el 100% de la operación con Goldman Sachs y Société General.

La CNMV tiene ahora 15 días hábiles para aprobar la operación, que pueden ser más, ya que el plazo se dilata cada vez que se requiere información a la compañía que hace la OPA. Además, deberá pasar por el Servicio de Defensa de la Competencia, del Ministerio de Economía.

Si el organismo regulador aprueba la OPA, el consejo de Iberdrola tendrá que presentar su informe preceptivo. La valoración emitida ayer fue "inicial" y "en atención al interés general, de los accionistas, de los consumidores y del mercado", según la nota enviada a la CNMV.

Endesa, que tuvo que deshacer una fusión con Iberdrola por las condiciones del Gobierno, estaba ayer furiosa. La compañía desempolvó la idea de repartir Enagás, que posee la red de gasoductos. Esta firma está controlada por Gas Natural, que ha de vender aún un 5,9% para cumplir con la normativa, pero tiene un "interés básico" en retener el 35% que le está permitido poseer.