Iberdrola Renovables decepcionó hoy en su salida a Bolsa con un descenso del 2,83 por ciento, tras cerrar su primera sesión a 5,15 euros, frente a los 5,30 euros pagados por los inversores en la oferta pública de suscripción (OPS).

El estreno de la filial de energías renovables de Iberdrola levantó una gran expectación y reunió en el Palacio de la Bolsa de Madrid a multitud de representantes del sector energético y del mundo financiero. La compañía, protagonista del décimo debut bursátil del año y de la mayor colocación privada de la historia de la bolsa española, saltó al parqué en un momento de alta volatilidad en los mercados y en el que, por otra parte, las energías renovables están de moda ante el encarecimiento del petróleo.

Tras el tradicional toque de campana virtual con el que el mercado da la bienvenida a las nuevas cotizadas, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, auguró que la cotización se recuperará próximamente. Sánchez Galán apuntó que la decisión de salir a bolsa, como apuesta de futuro, ha sido "acertada" y subrayó que en los próximos años tienen previsto invertir 9.000 millones de euros y duplicar el beneficio bruto de explotación (EBITDA).

La compañía, que ha colocado el 20 por ciento de su capital a través de una ampliación de capital por importe de 4.477 millones -4.055 correspondientes a prima de emisión-, tuvo que hacer un prorrateo en el tramo minorista ante el exceso de demanda registrado y el derecho de compra preferente con que contaban los accionistas de Iberdrola. Según la empresa, la demanda del tramo minorista y de empleados superó en 3,4 veces la oferta inicial, mientras que las peticiones de los inversores cualificados españoles sobrepasaron 3 veces a la oferta y el tramo internacional 1,6 veces.

Iberdrola Renovables tiene previsto destinar los fondos obtenidos mediante su OPS a potenciar su crecimiento sin afectar a la solidez financiera. Con presencia en 19 países, se sitúa como la principal compañía en energía eólica del mundo, con una capacidad instalada de 7.342 megavatios (MW) al cierre del tercer trimestre y una cartera de proyectos que suman 41.266 MW. Iberdrola Renovables, la filial del grupo eléctrico presidido por Ignacio Sánchez Galán, es la principal compañía de energías limpias de España y la mayor por potencia eólica del mundo.

La actual empresa es el resultado de la suma de activos renovables de Ibererova, Scottish Power y PPM, a su vez filial de la escocesa. Tras la integración con la compañía británica, culminada el pasado abril, la empresa española ha aumentado su peso internacional y ya está presente en 19 países. A septiembre pasado contaba con una capacidad renovable instalada de 7.342 megavatios (MW), cifra que supone un incremento del 80 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior y representa el 17,4 por ciento de la capacidad total del Grupo Iberdrola, y una cartera de proyectos que asciende a 41.266 (MW).

El 95 por ciento de la capacidad operativa de Iberdrola Renovables corresponde a instalaciones de producción eólica, tecnología en la que es el líder mundial, y el resto a centrales minihidráulicas y otras formas de generación menores (biomasa, solar).

En España está presente en 13 comunidades autónomas y tiene instalados más de 4.400 MW, mientras que sus principales mercados exteriores son EEUU, donde cuenta con 2.046 MW, Reino Unido (372 MW), Grecia (214 MW), Polonia (89 MW), Francia (86 MW), Alemania (60 MW), Portugal (50 MW) y Brasil (49 MW).