Iberia ha comenzado a aplicar con urgencia las medidas de ahorro de costes previstas para dentro de dos años. La compañía ha adelantado el plan director 2003-2005 por la ralentización de la recuperación económica y por el aumento de la competencia de las aerolíneas de bajo precio. La empresa ha comenzado a externalizar actividades no rentables, ha cerrado 14 oficinas en España y ha propuesto cambios en las condiciones laborales de algunos trabajadores.

Los sindicatos UGT y CCOO opinan que Iberia quiere convertirse en una empresa de bajo precio como Ryanair, Easyjet o Volare que han logrado un 67% más de pasajeros durante este año.

MEDIDAS DE AHORRO

Además de externalizar la atención telefónica y el servicio a bordo, la aerolínea ya ha subcontratado el mantenimiento de los vehículos de tierra a una empresa constituida entre Talleres Gorriz y Cobra, filial de ACS, y ha dejado la formación de pilotos en manos de la sociedad canadiense CAE, con sede en Holanda. Más de 100 trabajadores se han visto afectados por ambas decisiones.

En paralelo, la compañía está centralizando todas sus actividades administrativas en Madrid lo que supondrá la reubicación de otros 95 trabajadores que pertenecían a la red de oficinas locales.

Iberia readaptará las clasificaciones profesionales para que 2.800 técnicos de mantenimiento de aeronaves y un número importante de administrativos y auxiliares de vuelo puedan ampliar sus funciones dentro de la empresa, también pedirá "polivalencia" al personal que trabaja fuera de España y reducirá el número de técnicos de cabina de pasajeros (azafatas).

Las medidas se completarán con una revisión de los procesos de selección y contratación de pilotos. La pasada semana Iberia lanzó una oferta de trabajo para tripulantes que, según el SEPLA, parece diseñada ex profeso para los pilotos de Spanair.

Los sindicatos dudan de que, por el momento, Iberia prorrogue el expediente de regulación de empleo más allá de su finalización en el 2005. Pero tampoco se atreven a descartar que las restricciones laborales queden circunscritas a los 2.500 empleados inicialmente previstos.

FACTURACION A LA BAJA

Pese a que Iberia se encuentra en una situación mucho más favorable que las grandes aerolíneas europeas y norteamericanas, sus ganancias experimentaron una caída del 62.06% durante los 9 primeros meses del año, al pasar desde los 175.15 millones de euros en el 2002 a 108,7 millones en el 2003 (de 29.142,5 a 18.086 millones de pesetas). La facturación global de la compañía también se redujo el 3,2%.