LA AEROLINEA obtuvo un beneficio de 30 millones porque el precio del queroseno la obligó a gastar un 45,5% más en combustible. También cayeron un 2,5% los ingresos por pasajero y un 1,8% los del handling. En cambio, mejoraron los ingresos por carga y por mantenimiento, y los costes de personal bajaron el 4,4%.