En contra de los mejores pronósticos, la bolsa española encadenó ayer una nueva jornada de ganancias y, por tanto, un nuevo récord anual consecutivo. El Ibex 35 subió el 1,10% y superó los 11.400 puntos, impulsado por la moderación de la crisis y los ánimos venidos desde Wall Street tras la propuesta de reelección de Ben Bernanke como presidente de la Reserva Federal. Pero casi más importante que el hecho en sí de que el selectivo español alcanzara los 11.427,80 puntos, es que el Ibex cerró por encima de los 11.412 enteros: el nivel que tenía antes de la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers en septiembre pasado. Fue entonces cuando el índice comenzó una racha bajista, que se tomó un pequeño respiro en diciembre pero que siguió hacia el rojo hasta culminar en el mínimo de marzo (6.814 puntos).

La banca y los grandes valores fueron los encargados de empujar al selectivo español, que fue fiel reflejo de Wall Street. Allí, los inversores prefirieron hacer más caso a los buenos datos del índice de confianza de los consumidores y al precio de las viviendas y dejar de lado las estimaciones sobre el paro y el déficit. Unos datos que, además, llevaron al petróleo a destacables retrocesos, ya que el Brent y el Texas cayeron más del 3%.