Axel Miller, el ex consejero delegado de Dexia, el grupo bancario que tuvo que ser salvado el pasado martes con 6.400 millones de euros aportados por Bélgica, Francia y Luxemburgo, renunció ayer a la indemnización de 3,7 millones por su cese. El Gobierno francés convirtió la anulación en un requisito para aportar los 3.000 millones que le corresponden del plan de salvamento de Dexia.