No es perfecto, pero es la mejor solución. El Ministerio de Industria reconoció ayer que el nuevo sistema mensual de la tarifa eléctrica --el contador se sigue revisando cada dos meses, con lo que una de las facturas refleja un consumo estimado y la siguiente, el real, al que se suma y resta la diferencia-- está provocando problemas. Sin embargo, descartó echar marcha atrás.

De entrada, explicó Pedro Marín, secretario general de Energía, porque resultaría muy caro para las eléctricas realizar la lectura de los contadores todos los meses y la lectura cada dos meses es uno de los plazos más cortos de Europa. Volver al sistema de tarifa bimestral, según añadió, tampoco es una opción. El recibo mensual, defendió, envía "mensajes adecuados" a los consumidores, ya que les permite conocer antes si consumen en exceso.

Marín prometió una "metodología clara y transparente" para el cálculo de la tarifa de demanda aproximada. Adelantó, además, que Industria va a poner en marcha un servicio de defensa del consumidor, aunque recordó que son las comunidades autónomas y la Comisión Nacional de Energía (CNE) las que tienen que determinar sobre las denuncias de los clientes por las supuestas irregularidades.

Las facturas emitidas en febrero en las que se ha realizado la lectura de los contadores, al parecer, incluyen tanto la energía consumida durante parte de este mes y del anterior como la correspondiente a parte de diciembre y enero. El problema es que se han aplicado las tarifas que entraron en vigor en enero.