El Gobierno ha decidido subir de nuevo la tarifa de la luz el 1 de julio dentro del plan del Ministerio de Industria para dejar de generar deuda con las compañías eléctricas en dos o tres años. La tarifa eléctrica subió en enero el 4,3% --el 2,8% para consumidores domésticos-- y el 1 de julio volverá a hacerlo el 2,16% --el 1,8% para los hogares-- según la propuesta de real decreto remitida a la Comisión Nacional de Energía (CNE).

En lo que va de año, la tarifa acumula una subida del 6,5% (el 4,6% para los consumidores domésticos) y en octubre podrían volverse a revisar de nuevo, según el nuevo modelo de fijación trimestral que busca ajustar el precio de la luz a la evolución de los costes (el petróleo, sobre todo). El fin último es que los precios se ajusten a los costes de producción y que la tarifa deje de ser un manantial de deuda con las compañías (el llamado déficit tarifario ) que tendrán que pagar generaciones futuras.

Con el déficit se podría haber acabado de un plumazo, subiendo la tarifa de la luz el 30% en el 2007, una subida imposible de asumir, desde un punto de vista político, por ningún gobierno. Desde el Ministerio de Industria, con el aval del vicepresidente Pedro Solbes, se programaron subidas del 10%, primero, y del 6%, después, que fueron abortadas desde La Moncloa.

Se cambiaron los planes y se optó por una estrategia a medio plazo y escalonada. Así, en enero se aprobó una primera subida del 4,3%, a sabiendas de que iba a generar un nuevo déficit de 1.500 millones de euros en el primer semestre, y de 3.000 millones en el conjunto del año (a razón de 750 por trimestre).

El precio del petróleo, en promedio, ha evolucionado mejor de lo esperado, y la abundancia de lluvias ha favorecido la producción hidráulica de electricidad. Todo ello ha permitido que en todo el primer semestre el déficit solo haya crecido en 750 millones. La subida que entrará en vigor el 1 de julio hasta el 1 de octubre se ha fijado en el 2,16% para hacerla compatible con un nuevo déficit de 750 millones, según Industria.

Para evitar este nuevo endeudamiento de 750 millones, las tarifas deberían subir el 14%, según cálculos del departamento, y eso sigue sin entrar en los planes del Gobierno. El 1 de octubre podrá revisarse la tarifa de nuevo, para el último trimestre, y, según expertos, si los precios del petróleo no se disparan, quizás no haya que aprobar una nueva subida.

Para las organizaciones de consumidores, el escalonamiento de las subidas no es sino "un truco de ilusionismo" por parte del Gobierno que, según recuerda la OCU, "se comprometió a que la subida no superara el IPC y ya estamos en el 5%".